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el monumento al mariscal Alexander Pokryshkin en Novosibirsk

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

                                                                                                                                                                 

Evgeny Sinitsyn

Alexander Pokryshkin - el genio de la guerra aérea. La psicología del heroísmo

Rusia, Novosibirsk, 2008

Ciertos aspectos de la estructura de la personalidad del as aéreo

desde la posición de las teorías de la personalidad. P.1

 

¿Cuales rasgos de la personalidad es necesario tener para que venza en los duelos aéreos del adversario no una sola vez, no algunas veces, y en mayoría de los combates aéreos? ¿Cuales cualidades debe tener un piloto de guerra para ser el maestro de los duelos aéreos?

Hay muchas teorías de la personalidad, pero no existe ni una de las teorías universales, con las que fue posible explicar el mecanismo del pensamiento de una persona, los aspectos básicos de su conducta, los motivos internos de sus actos, los factores externos que la hacen funcionar tales o de otro modo. Supondremos que es necesario analizar la estructura de la personalidad de una persona del arte. Será imposible no volver aquí la atención a la teoría psicoanalítica de Freud (y otras teorías que describen las personas creativas), ya que ella investiga los tipos de la persona con las enfermedades mentales, y la mayoría de los pintores que son geniales (pintores en amplio sentido) son los tipos con las características complicadas de la conducta, es decir, su conducta nombran  «la conducta con desviación relativa».

Si es necesario el análisis de la conducta del soldado, los motivos de su actos y el análisis de los modos de la aceptación de las decisiones, es imposible pasar sin ayuda de la psicología de la personalidad de A. Adler que ha descubrido en una persona el instinto de la aspiración a la superioridad y al poder. Es imposible llegar a ser el adalid talentoso, si no combinar la fila de los rasgos profundos de la persona, entre las que dominan: la voluntad, la valentía, la inclinación para el liderato y el riesgo, el intelecto alto.

La complicación en aquello que cualquiera de las teorías describe a las personas, siendo limitada solamente por sus postulados propios, todas las manifestaciones restantes de la naturaleza humana se quedan, como regla, fuera de sus campos visuales. G. Allport confirma convincentemente este pensamiento: «Ciertas teorías del desarrollo son fundadas, principalmente, sobre la conducta de la gente enferma e inquieta o incluso sobre la conducta de las ratas de laboratorio que han llegado a los extremos. Teorías muy pocas se han formado en base del estudio de las sanas humanas, tales que no tratan de conservar su vida, cuanto aspiran hacer su vida comprendida» (38, p. 290).

La conclusión de Allport dice que ciertas teorías de la persona conceden la atención insuficiente a una persona sana que ha encontrado o busca la identidad. Es necesario decir aquí que muchos autores de las teorías si no construyen los fundamentos de sus teorías en base de las observaciones clínicas por las personas enfermas, a menudo ponen por el objetivo de dar el análisis de la persona típica (la persona de masas), aunque tocan en las investigaciones de la gente talentosa.

Gordon Allport, a pesar de que daba en su teoría el gran significado a las disposiciones distintas de una persona, no piensa que alguna cantidad de estas disposiciones pueda expresar la noción de la personalidad. Él reconocía que los científicos puedan comprender la naturaleza complicada de la personalidad y su motivaciones, es necesario utilizar muchas concepciones, pues la noción de la persona incluye la unidad y la integración dinámica de todos los aspectos de la individualidad de la persona.   

Al contrario a Allport que determinaba la persona concreta a través de las disposiciones propias para esta persona y que pensaba que tal noción como «los rasgos generales de la personalidad» dificultan  la descripción de las características individuales de la persona, Raymond Cattell estudiaba la naturaleza estructural de la personalidad de la persona típica y aspiraba a descubrir la conducta de una persona a través del conjunto de los rasgos de su personalidad. Al aplicar el análisis matemático, el científico americano ha venido a la conclusión interesante que una persona funciona y reacciona a la situación en la dependencia de aquello, cuales rasgos iniciales profundos tiene. Cattell ha reflejado en su teoría una clase ancha de la gente que poseen rasgos típicos profundos de la personalidad que ha descubierto. En realidad, Allport examinaba el retrato de una persona que al principio es descrito parcialmente con la ayuda de la teoría estructural de los rasgos de la personalidad.

Utilizando el análisis factorial, R. Cattell para el tratamiento del gran conjunto de los rasgos de la personalidad ha aclarado que la estructura de la personalidad es determinada por completo solamente por 16 rasgos básicos. Con otras palabras, Cattell afirmaba que cada persona tiene 16 rasgos iniciales que ha repartido. Los psicólogos americanos L. Hjiell y D.Ziegler interpretan la esencia de la teoría estructural de la personalidad de R. Cattell en su libro «Las teorías de la personalidad»: «la fórmula principal utilizada por Cattell para la predicción de la conducta con el grado cierto de la exactitud, tiene el aspecto:

                          R = f (S, P).

Se trata de que la naturaleza de la reacción específica de respuesta (R) de la persona que significa que él hace o piensa, es expresada por las palabras: esto es una cierta función indefinida (f) de la situación que estimula (S) en el momento concreto del tiempo» (38, p. 307). Además la función de la conducta (f) depende de la estructura de la personalidad (P).

De la fórmula de R. Cattell sigue que la persona valiente reacciona de otro modo a la situación en el combate que la persona cobarde. Si una persona difiere por la valentía y el radicalismo, ella es más inclinada al espíritu innovador que el conservador tímido. La persona compasiva, cuando la situación la estimula a ayudar a aquello quién ha caído en la desgracia, remediará el mal, y la persona indiferente pasará al lado de los sufrimientos.

Es evidente que la teoría de la personalidad de Cattell construida por el científico como la teoría que refleja los rasgos típicos iniciales de la personalidad de cualquiera persona, no puede reflejar detalladamente aquellos rasgos de la personalidad que tienen la gente de las profesiones extremas. No veremos el retrato psicológico del as aéreo, no veremos el retrato psicológico del héroe e la persona con el deseo apasionado de cambiar el mundo si nos limitamos sólo de la teoría estructural de los rasgos de la personalidad de Cattell. La teoría de G. Allport nos ayudará precisar el retrato psicológico del as aéreo, pero la individualidad del retrato psicológico del as aéreo está escondida y no se descubre con la ayuda de esta teoría, ya que Allport pensaba que el grado de la libertad personal de la persona en mucho está determinado por los rasgos personales que dirigen los actos de una persona.

Allport pensaba erróneamente que la persona sana y razonable es racional en grado superlativo, ya que construye sus actos y su vida en concordancia con los objetivos que está planeado de antemano. Allport ha nombrado los rasgos profundos de la personalidad que caracterizan a la persona concreta «los disposiciones». Presentaremos sobre el esquema la estructura de la personalidad del as aéreo, utilizando las representaciones de la teoría de Cattell.      

              

                  La estructura de la personalidad del as aéreo

 

En el sistema bipolar de los rasgos iniciales es posible escoger aquellos rasgos profundos que son característicos para la imagen típica de la personalidad del as aéreo.

Entre estos rasgos se puede nombrar: la dominancia, la valentía , la dureza, el radicalismo, la conciencia, la compasión-la indiferencia, la autosuficiencia, la cordura, el pensamiento lógico desarrollado, la practicidad, la controlabilidad, la tensión.

Prestamos atención a la fila de cualidades del carácter de Alexander Pokryshkin que le es propio e no propio a todos los pilotos ases en tiempo de la guerra. En la teoría de Cattell hay un tal par de los rasgos iniciales «compasión-indiferencia». En el plano estos pares de los rasgos de la personalidad descubrimos los rasgos únicos del carácter de Pokryshkin de que es necesario decir especialmente. Entre todos los rasgos iniciales de la personalidad los que ha descrito Cattell hay una que presenta el rasgo de carácter rarísimo para las personas con profesiones militares - este rasgo es la compasión la que refleja la unión interna con el mundo exterior.

Alexander Pokryshkin estaba dotado de la compasión exclusiva a la desgracia ajena y al sufrimiento ajeno. Este rasgo atraía la atención de cada quién escribía sobre Pokryshkin. La compasión verdadera a pesar de que todos los se han acostumbrado a la resonancia de esta palabra, es extremadamente rara. A la gente talentosa e genial, y la mayoría de ellos difieren por el egocentrismo, la compasión es desplazada por su aspiración impetuosa a la autoexpresión creadora y a la superioridad. Sin embargo la historia sabe muchos casos, cuando la gente famosa ayudaban en la desgracia e las situaciones difíciles sus amigos o las personas desconocidas. La compasión como el movimiento especial inconfundible del alma de Pokryshkin le alzaba en absoluto por otro lado que la compasión habitual a la desgracia ajena. En la naturaleza de la persona hay otro polo, más alto de la compasión - el salvamento del compañero que se ha encontrado en el peligro mortal. Responder a la desgracia, sacrificando algo, arriesgando su vida es la suerte extraordinaria que es propia  para las  personas raras.

Muchas veces en el combate, incluso al fijar un instante, cuando avión de caza  enemigo o el avión de bombardeo se encontraba dentro de los límites de este región, cuando coja en el alza y, teniendo la posibilidad del cien por cien de aumentar la cuenta personal de los aviones derribados, Alexander Pokryshkin, lanzando una ojeada a un lado, veía, cómo en la cola del avión de caza de su compañero se alinea «Messerschmitt» (Bf-109) y entonces no vacilando ni un segundo, dirigía su caza a la ayuda del compañero y batía, como regla, al enemigo.

Y esta cualidad asombrosa humana de Pokryshkin era entregada a sus camaradas y los alumnos. La compasión en el combate, la compasión en un ambiente hostil del combate encarnizado, cuando todas las fuerzas físicas y mentales de los pilotos de caza son dirigidas a la destrucción del enemigo, entre las trazas de fuego, del humo negro, las explosiones y la llama en el aire, estas fuerzas no podían absorber en la conciencia un foco de la compasión.

La compasión pulsaba en el grupo de Pokryshkin, cuando los pilotos luchaban en el aire con el enemigo, la compasión unía al equipo de ases rusos - a los alumnos de Pokryshkin. La ayuda mutua resultaba un soporte flexible psicológico para toda la construcción táctica de los cazas en sus batallas en el cielo. Pero han sido los casos completamente especiales e inconfundibles en tales combates de grupo con los cazas del adversario. Una vez en el combate encarnizado un avión acompañante de Pokryshkin - el piloto Grigory Golubev - sin llegar en ayuda a Pokryshkin y viendo, como en la cola su «Aircobra» se junta «Messerschmitt», ha acometido entre dos aviones y ha puesto su caza bajo del fuego ametrallado e del fuego de cañón de «Messerschmitt» había sido derribado, ha saltado del avión que ardía, ha abierto el paracaídas y se ha salvado. Pokryshkin después del regreso de Golubev en regimiento ha agradecido a su alumno, al decir: «gracias!».

Este ejemplo inspira más valientemente utilizar la teoría de R. Cattell para que podamos analizar el conjunto de los rasgos del carácter del as. Después de estudiar estos rasgos se puede describir de los rasgos del carácter de Pokryshkin. La multitud de la gente las que examinamos desde la posición de los rasgos de la personalidad (según Cattell), incluye una multitud más estrecha de la gente, cuya conducta es orientada a las disposiciones, como las comprende la teoría de disposición de Allport (38).

Y hay en el acto una pregunta: ¿si es aplicable la teoría de Allport a la gente de las profesiones extremas? De hecho la conducta de la persona de masas no puede servir de matriz ideal para la comprensión de la persona en general. Especialmente esto toca una gran multitud de gente, cuyo camino de la vida no corresponde con los esquemas tradicionales de la conducta. Es necesario por eso un aprovechamiento de las teorías diferentes de la personalidad.

Es fácil ver que ni Cattell, ni Allport, ni otros científicos no podían examinar toda la paleta infinita de los rasgos del carácter de la gente de quién vida es sometida a uno aspecto dominante de la actividad, ya que último impone la huella al contenido de su conciencia y, por consiguiente, a muchos aspectos de su conducta.

Pero por otro lado, la teoría de Allport permite repartir ciertas disposiciones específicas y típicas de la personalidad para la gente de las esferas distintas de la actividad. Nuestra problema es en este sentido más estrecha y es simultáneo más ancha y complicada, porque es necesario dar el retrato psicológico del as aéreo de la Segunda Guerra mundial.

Y al recibir el retrato general psicológico, describiremos las imágenes individuales psicológicas de los maestros concretos del combate aéreo. En la literatura científica por esta pregunta hay unas lagunas en los conocimientos. No hay en la actualidad no sólo la característica general psicológica de los ases aéreos, pero también la concepción a este problema. La verdad, como regla, es multidimensional, por eso, estudiando a la persona del as aéreo como una persona de la profesión extrema, venimos inevitablemente a la necesidad de examinar a tal persona desde las posiciones de las teorías distintas de la personalidad.

Hablando sobre característica psicológica del as aéreo, pasaremos del plano estructural de los rasgos iniciales (la teoría de R. Cattell) a la estructura de las disposiciones que caracterizan del as aéreo, aplicando la teoría de G. Allport. Allport ha repartido tres aspectos básicos de las disposiciones individuales: las disposiciones cardinales, las disposiciones centrales, las disposiciones secundarias. El curso de la vida de cualquier persona descubre la influencia de las disposiciones concretas.

Presentaremos en el esquema a la estructura de la personalidad del as aéreo, utilizando las representaciones de disposición de la teoría de Allport, utilizando las combinaciones de los rasgos significativos de la personalidad del as aéreo - del maestro de batallas en el cielo tal, cual le veía Pokryshkin. En su libro «Conocerse en el combate» Pokryshkin reparte invariablemente un papel de la combinación de los rasgos ciertos de la personalidad que son necesarias para el as aéreo. Por ejemplo, reflexionando sobre la manera de la conducta del piloto de caza en el combate, ya al principio de la guerra Pokryshkin ha llegado a la conclusión que con una preparación del piloto de caza para la guerra habían unas faltas evidentes. Pokryshkin escribe: «Pienso insuficiente prestaban la atención a la formación de las cualidades combativas verdaderas: «a la sangre fría y a la prudencia, a la audacia y a la apreciación razonable de las condiciones, a la listeza y a la iniciativa» (18, p. 40).    

En esta estructura de Allport repartiremos las disposiciones centrales como una carcasa que es completado con una fila de otros rasgos de la personalidad del as aéreo. La estructura de los rasgos de la personalidad que ha descrito Allport completará a las representaciones teoréticas sobre la personalidad de A. Adler y de C. Jung. Las disposiciones centrales: la voluntad, la aspiración a la velocidad, el riesgo, la sangre fría,  la hombría, el deber humano, la obsesión, la inspiración, el sentido de vida, la audacia, la fuerza del espíritu. Los ases más superiores tenían una disposición cardinal en los rasgos del carácter. Esta disposición - la aspiración a la superioridad en el combate aéreo.

 

                     La estructura de las disposiciones del as aéreo

La multitud de la gente, según la clasificación de Cattell, es una multitud más volumétrica en  comparación con la multitud de gente, según la clasificación de Allport. Por eso la primera multitud incluye segundo. La relación de dos multitudes C y A en el aspecto simbólico se inscribe así :

                   A (as)  Ì   C.

Esto significa que se puede describir la multitud de ases aéreos con la ayuda de la teoría estructural de la personalidad de Cattell, precisando estas características con ayuda de las disposiciones de la personalidad  según la teoría de Allport. En cada as es posible encontrar cualquier de los 16 rasgos iniciales que han  descubrido en la persona por Cattell y en cada as es posible encontrar los rasgos de la personalidad  que caracterizan a la persona por la teoría de las disposiciones de Allport.

 Aplicando las construcciones lógicas y moviendo por la trayectoria de la descripción del retrato psicológico del as aéreo, trazamos la vía a la característica del as aéreo - al héroe. No todos los maestros del combate aéreo son los héroes y no todos de ellos eran obsesos de deseo de ser los héroes. Las teorías de disposición de la personalidad (Cattell e Allport) describen a la persona como lo que funciona racionalmente y constantemente durante la vida, pero en la noción misma «el heroísmo» entra un momento esencial irracional que no es dependiente de la conducta razonable. Figuradamente se puede comparar «el heroísmo» con el pico que sobresale en el fondo del campo de la racionalidad.                                           

Ahora para la representación de la característica psicológica del as aéreo ha llegado el turno de otra dirección en la psicología es el análisis estructural-axial psicológico que se instala en el eje de las teorías psicológicas entre la psicoanálisis de Sigmund Freud, el existencialismo de Víctor Frankl y J. P. Sartre. En limites del enfoque estructural - las disposiciones, según Allport, determinamos como los factores mentales.

En el dibujo a las disposiciones de la personalidad del as aéreo esto es los factores mentales que se puede considerar a su vez como los ejes dominantes en el sistema mental de las coordenadas del as aéreo. Es inevitable la cuestión principal: ¿como es correlacionado el contenido de la conciencia de la persona concreta y los ejes dominantes en su sistema mental de las coordenadas?

Tomaremos para el ejemplo el eje, por que es aplazado el factor la obsesión para que podamos aclarar esta pregunta y darle la evidencia necesaria. Este factor (la obsesión) designa la presencia de la estimulación fuerte casi instintiva a una persona desarrollar el contenido dominante de su conciencia. Este contenido actual es determinado por las estructuras informativas semánticas, a las que afluye la cantidad más grande de la energía mental. La energía mental es distribuida por los factores-disposiciones con desigualdad.

Examinamos las aportaciones de la energía mental a cada factor como las aportaciones de estos factores por los ejes de su sistema mental. De otro modo, una disposición de la personalidad, conforme al modelo matemático de la mentalidad de la persona, es transformada en el eje que tiene un nombre de esta disposición. 

Por ejemplo, si el piloto tiene una disposición – «la valentía», en la mentalidad de esta persona separamos el eje dominante, por que aplazamos el significado del aflujo de la energía mental en la valentía, es decir, en la acción que se puede calificar como la acción de una persona atrevida. Si el piloto gusta arriesgar, esto significa que en su personalidad, en su carácter hay el eje dominante del riesgo, por eso a la situación cierta en el combate este piloto corre el riesgo. Para el as aéreo es necesario la presencia de dos disposiciones «la valentía» y «el riesgo» o la presencia de la combinación de dos ejes dominantes de la valentía y del riesgo. Las aportaciones esenciales de los factores mentales sobre los ejes dominantes condicionan la conducta el as aéreo atrevido que es capaz arriesgar.

Las investigaciones de la actividad del cerebro y la mentalidad de una persona que hace los actos en el estado de la tensión máxima de las fuerzas físicas, espirituales y mentales, adquieren cada vez la resonancia nueva. La decisión de las preguntas numerosas de los estados extremos de la mentalidad de tales personas solamente echa aceite al fuego, porque aparecen las preguntas desconocidas e nuevas. Los cerrojos potentes están en la puerta, después que se encuentran unos misterios de la naturaleza de los estados extremos de la mentalidad. Pero los esfuerzos de los científicos no se pierden en vano. Aunque aquella puerta todavía solamente un poco se entreabrió, pero claro que no lejanamente aquello tiempo, cuando ella se abra por completo.

Como en la roca dispersaron los granos raros del oro, también con el trabajo grande en la sociedad humana es posible encontrar a la gente que difieren por el grado alto de la adaptación a las situaciones extremas. Su fenómeno consiste en aquello que en minutos, cuando el peligro para su vida es excesivamente grande, el pánico no abate su mentalidad estable, a consecuencia de que sobreviene un proceso de la disonancia de los muchos mecanismos que regulan la conducta de persona. Al contrario, la amenaza para la vida incluye el proceso de la movilización, la concentración y la controlabilidad clara de todas necesarias fuerzas mentales e fisiológicas que para otra gente son imposibles. Esta movilización es la barrera original en una vía de la difusión del pánico por los canales numerosos de la mentalidad. A consecuencia de la movilización de las fuerzas el instinto de conservación traslada al polo opuesto el complejo autónomo mental neurofisiológico de la persona no a un lado de miedo y a un lado de fuga del peligro, y a un lado del movimiento al encuentro del peligro y la superación de todos los obstáculos engendrados por estos peligros, y después de la lucha encarnizada - a un lado de la victoria.   

Unas acciones de la persona en la faceta de la vida y la muerte en la actualidad presentan en medida igual el interés científico y práctico para los psicólogos, fisiólogos, militares, salvadores, alpinistas, viajeros e de policía, es decir, a toda la gente para las que es necesario sobrevivir en las condiciones extremas. La ciencia continúa descubrir intensivo este problema.

Como resultado de las búsquedas constantes y persistentes por los científicos fue descubierto el efecto de la vista de túnel en la mentalidad de la persona y entonces se han aclarado inesperadamente otros horizontes, después que es posible descubrir los laberintos más secretos e inaccesibles de la mentalidad humana. Se ha aclarado que ciertas personas las que caen en la región del riesgo alto para su vida, tienen los mecanismos mentales especiales, gracias a que de su conciencia es desplazado el sentimiento de miedo.

Ya que esta gente en la situación complicada intensa funcionan lo más posible concentradamente, engendrando y concentrando en su conciencia la sensación de la invulnerabilidad. La invulnerabilidad y la seguridad marchan al lado. Las investigaciones realizadas por los fisiólogos, han mostrado que en un momento de la situación extrema y las reconcentraciones de todas las fuerzas físicas y mentales ocurren los cambios bioquímicos en el cerebro de la persona. Por tal vía se expresan las posibilidades de adaptación del organismo al ambiente amenazante exterior.

Últimamente las investigaciones numerosas del genetistas que estudian a la gente que desean sentir las sensaciones excepcionalmente agudas han mostrado que esta gente tienen una mutación de los genes. La aspiración a gozar de las sensaciones agudas lleva a tales personas a la participación en ciertas acciones arriesgadas. Los científicos han esclarecido que «hombres extremalos» que buscan algunos estados con el riesgo, tienen unos genes que son responsables de la aspiración simultánea al riesgo y la novedad de las impresiones. Aún más paradójico es aquello hecho que esta gente, tocando con el peligro extremo, sienten la euforia fuerte, en la faceta de la exaltación e incluso es posible suponer que su estado es próximo a aquello que somos nombramos por el placer inconsciente extático. A éste es posible añadir que el grado extremo del riesgo engendra la inspiración potente creadora que resulta de la excitación de todo el sistema nervioso, en que en tales momentos hay un grumo de la energía mental.

A su vez sin inspiración no hay maestría altísima de la superación del peligro con ayuda de la movilización de la mentalidad y todo el organismo. La movilización contribuye al lanzamiento potente en la sangre de la adrenalina y estimula toda la actividad de esta gente única. En minutos, cuando hay un peligro fuerte, cuando el riesgo supera los límites admisibles, esta gente respira por el pecho completo. No hay duda que, picando con una gran velocidad a la armada enemiga Ju-87 que defendía con el fuego denso antiaéreo y arriesgando ser derribado, Alexander Pokryshkin llegaba la movilización máxima de toda su mentalidad, simultáneamente sintiendo no la exaltación del cazador, y el acto altísimo de la autorrealización de su personalidad. Arriesgando, sentía la plenitud inolvidable de vida.

Cada vez la agudeza de las impresiones en el momento del «golpe de halcón», cumplido por Pokryshkin, fue tan grande que la conciencia no podía servir en seguida a dos dioses. En la conciencia no puede surgir es simultáneo dos focos dominantes - uno debe estimular el pico de los sufrimientos positivos emocionales, y otro foco concentra en sí el miedo que paraliza la mentalidad del piloto de caza. Por eso en el momento del «golpe de halcón», la prioridad tenían siempre los sufrimientos emocionales positivas, y el miedo ha sido desplazado por completo de su conciencia. Y si el objetivo fue derribado, cualquier piloto ha sido abarcado por el sentimiento complicado semejante a la euforia, sin embargo ligado no sólo con las impresiones de la victoria.

¿En que consiste una causa de tales desviaciones en la conducta de los «hombres extremalos» en comparación con la conducta de la gente habitual? El estudio del sistema nervioso ha mostrado que esta gente tienen en la corteza cerebral de los hemisferios grandes menos de terminaciones nerviosas que son responsables en recibir el placer. Por eso las personas que aspiran a buscar en todas partes las sensaciones agudas para recibir las sensaciones únicas, las impresiones dramáticas que rayan con el deleite altísimo del riesgo, son necesarias las situaciones que pueden amenazar su vida.

La gente habitual desearía sentir también los picos análogos de esos sufrimientos, pero la inaccesibilidad de los vuelos emocionales es determinada por aquello que su cerebro no tiene tales rasgos. La mayoría de la gente no se atreven ir al riesgo extremo y buscan los sufrimientos emocionales positivos en su vida privada  habitual y en situaciones las que están accesibles para todas personas. Pero esto solamente uno de las causas en el complejo muchos que induce los «extremalos» aspirar a caer en la región de las situaciones extremadamente arriesgadas para su vida.

La victoria sobre un adversario y la victoria sobre su miedo en la situación extrema es equivalente a la exaltación y al entusiasmo del viajero polar que ha llegado su objetivo o un sufrimiento emocional del alpinista que ha subido a la cima inaccesible de la montaña nevada.  

Hay unos motociclistas que, arriesgando perderse o recibir los traumas graves, saltan a través de quince o dieciséis automóviles que se ponen codo con codo. Surfingist deslizándose por la onda, está llevando con la velocidad casi en ciento kilómetros por hora sobre la tabla o, encontrandose bajo la cresta de la ola caída oceánica en la ventana estrecha rotunda aérea, arriesga ser aplastado por masa enorme del agua. El peligro para ellos no se agota por su lucha con el elemento, puesto que junto a la salida de la ola los acecha un peligro aún más terrible - el ataque de los tiburones, de que no hay la salvación.

De la fisiología es conocido tal hecho curioso. Cuando la persona siente el placer, en el cerebro es formado la sustancia especial que se nombra dofaminum. Confrontando todos estos hechos y información nueva científica, se puede expresar una explicación la que está lejana del tradicionalismo: ¿por qué ciertas personas consecuentemente aspiran a las sensaciones agudísimas e a las impresiones inolvidables? No pueden vivir, sin probar la excitación más fuerte emocional, y el pico de los sentimientos inaccesibles para la gente habitual ellas sienten solamente entonces, cuando caen en tales situaciones mortalmente arriesgadas y peligrosas y solamente entonces, cuando salen de estas situaciones por los vencedores.

Cuando la victoria es llegada por la tensión más alta de las fuerzas, entonces el vencedor demuestra a sí mismo que merece en realidad. Esto es el acto superior de la autorrealización de la personalidad única, la sensación su valor en mundo y la sensación de su superioridad con relación a otra gente. Se demuestra aquí el poder sobre aquello que para otra gente es insuperable incluso en los sueños.

Pero hay todavía una faceta no trivial del riesgo. El riesgo significa conocer «lo desconocido». Pero el conocimiento no ocurre por algoritmo preciso. La armonía superior del conocimiento ocurre en la esfera del arte. Resulta de aquí la cadenita: «el riesgo da los frutos, cuando encarna en sí los principios del arte». Especialmente esto se ve sobre el ejemplo de los niños conducidos por su «Yo» creativo, empeñado en su estructura mental. Los niños no pueden vivir, sin chocar con el riesgo. El riesgo aparta las fronteras de lo habitual e de lo tradicional de aquello que es desconocido, y la gente con la inclinación alta por el riesgo aspiran ir a estas fronteras al encuentro. En este plano está la adivinanza de aquello, por qué un sentimiento agudo de la novedad de las impresiones y un sentimiento del riesgo son tan indivisibles.

Cuando la situación extrema se repite repetidamente, tal gente que buscan las sensaciones extremadas comienzan acostumbrarse. Por eso una persona no contentandose con la armonía alcanzada, aspira de nuevo crearla y no perderla, pasando a unas sensaciones más extremadas y unas situaciones aún más arriesgadas. Los científicos han demostrado y todavía un hecho interesante: quién arriesga, determinan el progreso de la humanidad. El conocimiento del mundo invariablemente ha ligado con el riesgo.

Como afirma el psicólogo americano Frank Farley, el código genético, la estructura del cerebro y la educación aquí la parte de los factores que nos ayudan comprender la conducta a los «hombres extremalos». El estudio de la actividad de su cerebro y la mentalidad nos ayuda aún más aclarar el cuadro, quién sale triunfante de los combates aéreos y verter luz sobre uno de los problemas más enredados en la actualidad: «¿a los genios se hacen o nacen?».

¿Que es adquirido del nacimiento y que surge en la esfera de la educación? Últimamente el científico americano Ernest Noble ha descubierto la mutación de los genes. El gen que muta predeterminaba a su posesor la afición elevada al riesgo. Y si es indiscutible el hecho que los mecanismos de adaptación de la mentalidad sin embargo parcialmente o en una más grande medida son adquiridos durante la educación y el trabajo sobre sí, ahora para cualquier persona dotada del nacimiento por el potencial superar las situaciones extremas, se abren las perspectivas grandes.

Examinaremos la situación imaginaria. La valentía y el riesgo son necesarias para que un as aéreo pueda ingresar en el combate con las fuerzas superiores del enemigo. Estos dos componentes excitan en el cerebro del piloto el foco dominante, en que juega mentalmente una situación del ataque. La energía mental afluye a aquellas estructuras informativas semánticas que dibujan en la conciencia la imagen detallada del ataque al grupo de los cazas enemigos.

El riesgo y la valentía en el grado fuerte motivan al piloto impetuosamente picar al avión del adversario y derribarlo. Luego el piloto al abrir el fuego a la derrota debe utilizar su arte e huir a la altura de la persecución, hasta que el enemigo se desconcierte y ocupe de nuevo la posición ventajosa para el ataque.

Si el piloto es inexperto, no es valiente e no es atrevido, él no arriesga y no pica al grupo de los aviones enemigos. Es evidente que el contenido de su conciencia que es representado en las estructuras informativas semánticas en el momento actual del tiempo, diferirá agudamente del contenido del as intrépido.

Todos los ases son obsesos de deseo de participar en los duelos aéreos. Su obsesión se aumenta aún más, cuando su popularidad en la sociedad crece. Y en Alemania hitleriana, y en la URSS el gobierno del país mantenía la popularidad en la sociedad de los ases aéreos. Los ases aéreos difieren de los pilotos habituales por las singularidades de su organismo: todos los ases aéreos tienen las posibilidades que son próximas a las posibilidades sobrenaturales físicas, sin las que no conseguir la maestría y las victorias en las batallas en el cielo.

Utilizando la teoría de los tipos psicológicos de Jung, se puede pensar que entre los ases aéreos predominan dos tipos básicos psicológicos: el extravertido racional - pensador sensorial y el extravertido irracional - sensorial pensador. Los éxitos grandes en las batallas aéreas consiguen los extravertidos irracionales (sensoriales pensadores), en los que es más fuerte es expresada la espontaneidad y la disposición a combatir con la aplicación de la improvisación, y no solamente con los métodos trabajados repetidamente.

Los tipos sensoriales pensadores y pensadores sensoriales se orientan perfectamente en el espacio. Los ases ven bien los detalles del espacio del combate (las nubes, el borde de las nubes, el fondo de la tierra, los puntos de referencia sobre la tierra, las desigualdades del relieve, el bosque, los campos, ríos, valles, las colinas, etc.) los que son imperceptibles para aquellas personas quiénes no tienen esta cualidad (la función de la sensación fuerte desarrollada). El sentimiento o decir más correctamente la sensación de la distancia hasta un objeto en mentalidad de los ases aéreos se expresa hasta el límite, por eso ellos magistralmente combaten a corta distancia y se acercan con el avión enemigo o con el objeto el que atacan sobre la tierra. Todos los ases son francotiradores absolutos. Los ases en comparación con otros pilotos se orientan mejor en un combate de grupo, puesto que ellos ven mejor los traslados de grupo de todos los aviones en el aire y por eso aceptan las decisiones rápidamente. 

 

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